La forma en que los perros perciben el mundo es -desde siempre- objeto de debate. Uno de los mitos más persistentes sobre la visión canina es que los perros ven el mundo en blanco y negro.
Sin embargo, investigaciones científicas recientes ponen en duda esta idea, revelando una comprensión mucho más matizada de cómo los perros experimentan su entorno visual. El estudio pionero lo realizaron investigadores de la Universidad de Emory en Atlanta, Estados Unidos, y las definiciones sorprendieron no sólo al mundo científico sino también a los amantes de los mimados de cuatro patas.
La creencia de que los perros ven el mundo en blanco y negro persiste en la cultura popular, pero investigaciones científicas demostraron que esto no es cierto. Durante mucho tiempo se pensó que los perros -al igual que los humanos- poseían tres tipos de conos en la retina para detectar los colores, sin embargo, los perros solo tienen dos tipos de conos, lo que les otorga una visión dicromática, es decir, solo pueden percibir dos colores.
A diferencia de los seres humanos, cuya visión es tricromática (capaz de distinguir tres colores: rojo, verde y azul), los perros solo pueden percibir azul y amarillo. Los colores como el rojo y el verde se perciben de manera diferente, con el rojo, por ejemplo, interpretado como un tono de amarillo o gris.
Este estudio innovador se realizó para comprender cómo los perros procesan las imágenes visuales y cómo perciben el mundo a su alrededor. Utilizando una máquina de resonancia magnética funcional (fMRI), los científicos estudiaron la actividad cerebral de dos perros mientras observaban películas caseras.
Aunque el estudio no proporcionó detalles exactos sobre las diferencias entre la visión humana y canina, los investigadores confirmaron que los perros tienen una percepción del mundo significativamente distinta a la de los seres humanos. Este avance científico ofrece nuevas perspectivas sobre cómo los perros ven y procesan las imágenes, lo que podría influir en su comportamiento y en la manera en que interactúan con su entorno.
El estudio sentó las bases para futuras investigaciones que podrían profundizar en la relación entre la actividad cerebralde los perros y su capacidad para interpretar estímulos visuales. Este hallazgo subraya la importancia de seguir explorando la visión canina, una faceta del comportamiento animal que sigue siendo un misterio para la ciencia.
La visión de los perros no está diseñada para distinguir una amplia gama de colores, sino para detectar movimiento y reaccionar rápidamente en condiciones de poca luz. Estos rasgos les fueron cruciales para su supervivencia como cazadores y guardianes.
El color azul fue uno de los pocos colores que percibieron de manera similar a los humanos, lo que les permitió identificar objetos de ese color con claridad. Sin embargo, otros colores, como el verde, se percibieron como tonos más apagados, cercanos al gris o amarillo.
El hecho de que los perros no necesitaran una visión basada en la percepción de una gran cantidad de colores se debió a su adaptación evolutiva. A lo largo de su evolución, los perros desarrollaron una visión especialmente afinada para detectar movimiento, lo cual fue vital para su rol de cazadores y guardianes.
Los perros tienen una mayor cantidad de bastones en la retina, lo que les permite ver mejor en ambientes oscuros o con poca luz. Los bastones son células especializadas en la detección de luz, lo que mejora la visión en la oscuridad.
Además, los perros poseen una capa en la retina llamada tapetum lucidum, que actúa como un espejo, reflejando la luz que pasa a través de la retina y mejorando su capacidad para ver en la oscuridad. Esta adaptación les permitió ser más efectivos al cazar y detectar amenazas en ambientes poco iluminados.
Una de las preguntas más curiosas sobre la visión de los perros es cómo reaccionan ante la televisión. Aunque los perros no pueden ver las imágenes con la misma claridad que los seres humanos, las investigaciones demostraron que pueden percibir ciertos estímulos visuales de las pantallas.
Aunque los perros no perciben la televisión con la misma nitidez que los humanos, pueden captar ciertos detalles importantes, como los colores azules y amarillos. Estos tonos, que los perros ven con más claridad, probablemente influyen en su comportamiento cuando observan imágenes en la pantalla.