Llegó el invierno y con él, las bajas temperaturas. Los humanos somos “homeotermos”, lo que significa que, a pesar de las variaciones en la temperatura ambiental, nuestro organismo está capacitado para regular o equilibrar la temperatura corporal… pero dentro de ciertos límites. Cuando el límite del frío se supera, los humanos nos abrigamos, encendemos la calefacción para tener una temperatura confortable en nuestro hogar, y modificamos nuestros hábitos para protegernos de las bajas temperaturas.
Los perros y gatos también son “homeotermos”, y por lo tanto tienen la capacidad para regular su temperatura corporal… pero lo hacen de una manera diferente a la de nosotros, los humanos.
Pueden protegerse de manera natural del frío con su pelaje, y tienen ciertas características anatómicas que les hacen soportar de manera más fácil las temperaturas extremas. Pero tras convivir miles de años con humanos, las mascotas domesticadas se han acostumbrado a nuestros hábitos y las temperaturas de nuestros hogares, por eso que los contrastes de temperaturas les pueden resultar ser más difíciles de sobrellevar.
En la época invernal, resfriados, neumonías, influenzas y muchos otros problemas respiratorios son las enfermedades más recurrentes en las mascotas.
De hecho, ciertas mascotas son más propensas a sufrir por el frío que otras. Esto es porque la percepción del frío de cada mascota dependerá de su:
Hablando de escenas con nieve, fijaos en esta protagonizada por un tanuki (perro mapache japonés) del zoo de Asahiyama. Los ezo-tanuki () son una subespecie de tanuki nativa de Hokkaidō, por lo que están mejor adaptados al frío y la nieve. #Japón pic.twitter.com/gafrM20Qiw
— Gaijintacle (@gaijintacle) March 21, 2024
No hay una respuesta única para esta pregunta, ya que su respuesta dependerá de varios factores, incluida la raza, la edad, la salud y el grosor del pelaje de su perro. Pero la respuesta más sencilla es que si vos sentís frío, es muy probable que tu perro también pase frío.
Veterinarios de la Universidad de Tufts (EE. UU.), hallaron que los perros pueden soportar paseos sin riesgo a una temperatura exterior de 7 ºC. Pero a partir de esta temperatura hay que comenzar a evaluar el tamaño del perro para saber si la mascota está expuesta a un frío peligroso o crítico.
Para las razas de pequeño tamaño, las temperaturas peligrosas comienzan a partir de los -4 ºC. A partir de los 6 ºC bajo cero, el frío es crítico para el animal.
En razas medianas, la temperatura exterior peligrosa para su bienestar oscila entre -4 ºC y -9 ºC, siendo crítica a partir de los 12 ºC bajo cero.
En razas de mayor tamaño, la temperatura empieza a ser preocupante para su salud a partir de los -9 ºC, siendo crítica por debajo de los 12 ºC bajo cero
Es recomendable que, cuando la temperatura está entre 10°C y 7°C, algunas razas de perros usen un abrigo o chaqueta para pasear. Cuando la temperatura está por debajo de los 5°C, algunos perros pueden desarrollar hipotermia.
Es importante protegerlos del viento y la lluvia. Si hay mucha humedad ambiente es recomendable abrigarlos, ya que la humedad aumenta la sensación de frío. Es importante secarlos bien después de un paseo bajo la lluvia, evitarán que se enfríen.
Cepillar y limpiar regularmente su pelaje mejora las condiciones del pelaje como aislante del frío.
Proporcionales un refugio si pasa mucho tiempo al aire y un lugar cálido y seco para dormir. Una superficie mullida y una manta le darán el calor y la comodidad que necesita tu mascota para mantenerse saludable durante todo el invierno.
Mantener activa a tu mascota es crucial para su salud y bienestar, ya que les ayuda a prevenir enfermedades y reducir el estrés y la ansiedad. Buscá alternativas dentro de casa en días muy fríos o con lluvia.
Durante el invierno, las mascotas son más propensas a enfermarse. Es importante prestar atención a los síntomas más comunes que pueden indicar enfermedades estacionales (tos, estornudos, secreción nasal, falta de apetito, letargo y fiebre) para detectar cualquier problema de salud a tiempo.
Y recordar la importancia de mantener al día las vacunas. Junto con los chequeos de salud regulares y una alimentación apropiada, son las mejores acciones preventivas para tener a tu mascota fuerte y sana.